FMI QUIERE OTRO MANEJO DE DÓLAR EN ARGENTINA

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional – FMI está casi cerrado, generando entusiasmo en el mercado y alivio tanto en funcionarios como en un empresario ávido de buenas de noticias.

Aunque el punto en el que delegación argentina y los técnicos del FMI no terminan de ponerse de acuerdo, menos aún, lo que se decida puede inclinar la balanza hacia el lado de un acuerdo beneficioso para el país o hacia la profundización de la crisis.

¿Cuál es ese tema tan crucial, capaz de mejorar las expectativas o derrumbarlas por completo?

Nada más y nada menos que el manejo del dólar en Argentina. Los expertos del organismo de crédito insisten en que la cotización debe estar dictaminada por el mercado, según el libre juego de oferta y demanda.

Lo que significa que no les agrada la actual política del Banco Central, que todos los días se planta con una mega oferta de $5.000 millones para topar el precio mayorista en $25, al tiempo que el Banco Nación vuelca billetes al circuito para abastecer el canal minorista.

En consecuencia, como gran condición para poner la firma a la línea de asistencia, quieren que el gobierno argentino libere por completo el mercado cambiará, algo a lo que los funcionarios le tienen mucho miedo. Está muy fresco el recuerdo de la traumática devaluación del mes pasado como para que asuman el riesgo de una eventual nueva disparada del dólar, que nadie se anima a calificar de imposible en este contexto de incertidumbre.

Diagnóstico: no es momento de flotar en FMI

Fuentes que siguen de cerca las conversaciones en Washington señalan que el Gobierno confía en que el anuncio del acuerdo con el FMI, por sí solo, mejorará las expectativas del mercado.

Además, entienden que descomprimirá las tensiones que se han mantenido incluso durante las negociaciones.

Así están convencidos de que la noticia tiene la fuerza suficiente como para que así suceda y prefieren no innovar ymantener la actual política cambiante. Al menos hasta que pueda implementarse el crédito stand by del FMI.

Esto no es compartido por los técnicos del Fondo quienes, desde el inicio, han planteado otra cosa. Concretamente, que el Gobierno tiene que dejar flotar al dólar desde antes de que eso suceda.

El organismo no está dispuesto a repetir sus malas experiencias del pasado, como sucedió en Rusia 1997 o en la propia Argentina 2001, en las que terminó financiando la fuga de capitales. En este sentido, Argentina adolece de un grave problema estructural, que viene siendo monitoreado de cerca por la línea técnica del FMI: la salida de más de $20.000 millones anuales adjudicada, en gran medida, a la política de dólar barato aceptada (y a veces hasta promovida) por el Gobierno.

El organismo viene tomando nota de lo que sucede con el tipo de cambio desde hace varias semanas:

  • Tras ceder a las presiones y devaluar, el Banco Central comenzó a poner diariamente sobre la mesa una oferta de$5.000 millones, a $25, en la plaza mayorista
  • Desde que dio a inicio a este plan, la cotización prácticamente se pegó a ese techo
  • Paralelamente, el Banco Nación se ve obligado a intervenir casi todos los días para abastecer la fuerte demanda de billetes verdes

Conclusión: incluso con un dólar que está casi 24% más caro que al comienzo de la corrida -en el segmento mayorista- la demanda, lejos de mermar, se mantiene elevada.

En tanto, la caída de reservas del Banco Central (por debajo de $50.000 millones, el peor nivel en nueve meses) alimenta las sospechas de los más pesimistas.

Recientemente Nicolás Dujovne convocó a influyentes economistas de la City como Miguel Ángel Broda, Ricardo Arriazu, Miguel Bein y Pablo Guidotti.

En ese encuentro, hubo diferentes puntos de vista sobre cómo abordar los problemas de la economía, pero en lo que sí todos coincidieron es en un punto: como están las cosas, lo peor que podría hacer el Gobierno es dejar al dólar bajo un sistema de flotación pura (precisamente lo que pide el FMI).

 

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